A cada beso caía una estrella,
cada arañazo calmaba el dolor,
cuando me acuerdo de ella
levanto mi vaso y brindo
adonde quiera que estés
por nuestra canción...
Y se juntaron Rosario y la Capital, se juntaron el bien y el mal, se juntaron dos almas en una sola se juntaron Sabina y Piazzolla. Se juntó una religión que era puro corazón con otra que nunca existió, se juntaron dos camas y no alcanzaban para tanto fuego, tanta acción, tanto descontrol. ♥