20100103

Hay quien dice que fui yo, la primera en olvidar.
...
Y desafiando el oleaje sin timón ni timonel,
por mis sueños va, ligero de equipaje,
sobre un cascarón de nuez, mi corazón de viaje,
luciendo los tatuajes de un pasado bucanero,
de un velero al abordaje, de un no te quiero querer.

Y cómo huir cuando no quedan
islas para naufragar
al país donde los sabios se retiran
del agravio de buscar
labios que sacan de quicio,
mentiras que ganan juicios tan sumarios que envilecen
el cristal de los acuarios de los peces de ciudad

que mordieron el anzuelo, que bucean a ras del suelo,
que no merecen nadar.
....

comprendí
que al lugar donde has sido feliz
no debieras tratar de volver.